China Poblana
China poblana o Saemi San es un término que se refiere a dos
cuestiones de la cultura de México que han quedado relacionadas aparentemente
desde finales del siglo XIX. En su sentido más amplio y común en la actualidad,
es el nombre de lo que se considera el traje típico de las mujeres en el Estado
de Puebla dentro de la República Mexicana, aunque en realidad era propio sólo
de algunas zonas urbanas en el centro y sureste del país, antes de su
desaparición en la segunda mitad del siglo XIX.
En un sentido más restringido, es el apodo de una esclava
muerta asiática perteneciente a un linaje noble de la India cuyo nombre fue
Mirra, a quien se atribuyó desde el Porfiriato la creación del dicho traje de
china, (téngase en cuenta que en esta época era común utilizar el término
'chino' para referirse a personas de ascendencia asiática, independiente de su
origen étnico real). La hipótesis, sin embargo, ha sido puesta en duda por
muchos autores. Luego de ser convertida al catolicismo en Cochín —ciudad india
de donde fue raptada por unos piratas portugueses—, a Mirra le fue impuesto el
nombre de Catarina de San Juan, nombre con que se conoció en la Angelópolis
donde sirvió como esclava, contrajo matrimonio y tomó los hábitos. A su muerte,
Catarina de San Juan fue enterrada en la sacristía del Templo de la Compañía de
Jesús en Puebla, en la que popularmente se conoce como Tumba de la China
Poblana.
LEYENDA DE LA CHINA POBLANA
Se supone que a pedido de Diego Carrillo de Mendoza y
Pimentel, marqués de Gelves y virrey de Nueva España, un mercader trajo desde
Filipinas una jovencita indostana que debía estar al servicio personal del
virrey. Esta niña, llamada Mirra, fue raptada por piratas portugueses y llevada
a Cochin, en el sur de la India. En ese sitio, escapó de sus raptores y se
refugió en una misión jesuita, donde fue bautizada con el nombre de Catarina de
San Juan. Mirra fue raptada nuevamente por los piratas que la habían sacado de
su casa natal, y en Manila la entregaron a quien luego la llevó a la Nueva
España. Pero habiendo desembarcado en el puerto de Acapulco, en lugar de
entregarla al marqués de Gelves, el mercader la vendió como esclava al
comerciante poblano don Miguel de Sosa por diez veces el valor que el virrey
había prometido por ella.
Catarina de San Juan, o Mirra, probablemente siguió
vistiendo a la manera de su India natal, embozada, con un sarí que le cubría el
cuerpo completo. Se supone que esta manera de vestir fue la que dio origen al
traje de china. Unos pocos años después de su llegada, don Miguel de Sosa
murió, dejando en su testamento la orden de manumitir a la esclava. Fue
recogida en un convento, donde se dice que comenzó a tener visiones de la
Virgen María y el Niño Jesús. Catarina de San Juan murió el 5 de enero de 1688
a la edad de ochenta y dos años. En Puebla de los Ángeles se le rendía
veneración como santa, hasta que en 1691 la Santa Inquisición debió prohibir
las devociones populares. En la actualidad, el Templo de la Compañía, en
Puebla, es conocido como La Tumba de la China Poblana, puesto que en su
sacristía reposan los restos mortales de Catarina de San Juan.
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